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La química detrás de tu felicidad

la quimica de la felicidad
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Han sido muchas las investigaciones científicas detrás de la búsqueda de la felicidad. Y algunas de ellas relacionan la emoción con el aporte alimenticio ( o químico ) necesario para incrementar las sustancias que activan la sensación de felicidad y alegría en el cerebro… pero ¿cómo podemos generar esas sustancias sin necesidad de añadir nada de química a nuestra dieta habitual? ¿existe alguna manera de hacer que el cerebro fabrique dopamina, oxitocina o serotonina?

La pasta ( no me refiero al dinero sino al alimento) me genera energía y felicidad. Más que el arroz. Es comerme un plato de Spaguetti y alcanzar la felicidad plena. Pero claro, no puedo estar comiendo siempre pasta o terminaré necesitando tratar mi obesidad. ¿existe alguna forma de lograr esa felicidad sin necesidad de engordar ni de meter pastillas de origen dudoso en mi organismo?

Recientemente se ha presentado un curioso estudio que habla de la no relación entre las depresiones y la ausencia de determinadas sustancias o moléculas químicas. Vamos que no existe relación entre la depresión y la base bioquímica. O lo que es lo mismo: que los antidepresivos que tienen como misión aumentar la serotonina no funcionan para combatir la depresión. ¿entonces por qué todo el mundo habla de estas sustancias?

Todo el mundo quiere ser feliz. Y todo el mundo estaría dispuesto a tomar la píldora necesaria o encontrar el famoso algoritmo de la felicidad ( por cierto , te recomiendo ese libro) . Pero no siempre tenemos el remedio a mano… por eso, es mejor generar hábitos que nos permitan que esas hormonas de la felicidad se autogeneren de forma automática en nuestro cuerpo. Pero ¿ de qué hormonas estamos hablando?

Dopamina – La hormona dopamina está asociada con la motivación y la recompensa. Es por eso que sientes energía cuando estableces un objetivo retador, emocionante o importante. Cuando alcanzas ese reto , te hace sentir muy bien. Por otro lado, si tienes niveles bajos de dopamina (lo que algunos expertos dicen que puede ocurrir con la depresión, aunque el estudio mencionado arriba dice lo contrario) , puede explicar sentimientos de baja motivación o pérdida de interés incluso en actividades en las que normalmente disfrutas.

No todos los días te puedes plantear objetivos que vayan a cambiar tu vida. Especialmente si no sabes si se van a poder cumplir. También puedes aumentar la dosis de cafeína o de azúcar pero no siempre es bueno para la salud. Además tanto la cafeína como el azúcar generan adicción.

Proponte un nuevo objetivo ( hacer más deporte, quedar más con amigos, hablar más con tu madre) y da pequeños pasos hacia él todos los días. No olvides las metas personales. Comprometerte con un pasatiempo o deporte que te guste puede ser igual de satisfactorio que las metas profesionales. No solo establezcas algunas metas grandes que llevarán más tiempo en completarse, sino también adopta metas a corto plazo para mantenerte motivado. Ojo, cuanto más controlas tus metas … más posibilidades tendrás de que se cumplan.

Serotonina – La serotonina es un neurotransmisor que juega un papel en el estado de ánimo, pero también ayuda a regular otras funciones en tu cuerpo como la digestión, el sueño y la salud ósea. En lo que respecta a la felicidad y cómo te sientes cada día, la serotonina es súpero importante para regular la ansiedad.

La confianza en uno mismo y en los demás ( y por tanto la ausencia de desconfianza) es lo que más activa este neurotransmisor. Además de centrarte en aquello que te hace creer en ti, también puedes aumentar la confianza de otras maneras. Una forma de hacerlo es haciendo ejercicio, lo que especialmente ayuda a fortalecer tu confianza cuando te mantienes en ello con el tiempo. Otra cosa que puedes intentar es generar pequeños retos o desafíos. Cada día que te desafíes a hacer algo nuevo, incluso si al principio te hace sentir incómodo/a, construirás más confianza en ti.

Oxitocina – La oxitocina a veces se llama la «hormona del amor» y está asociada con cómo las personas se conectan y confían entre ellas mismas. Ciertas actividades como besarse, abrazarse y tener relaciones sexuales pueden desencadenar la liberación de oxitocina en el cerebro, lo que sin duda ayuda a ser más feliz.

También se activa ante el contacto con mascotas como perros o gatos, por eso mucha gente recomienda adoptar un perro cuando uno está más tristón porque por un lado le genera un nuevo hábito y por otro le permite recibir cariño con el que antes no contaba. La confianza y la generosidad con los que te relacionas también ayuda a recibir esa sensación placentera asociada a la Oxitocina. Hazlo más veces, siempre con gente con la que confíes.

Endorfinas – Las endorfinas están vinculadas especialmente con el ejercicio físico: es el fenómeno que explica la sensación de euforia del corredor de los habituales del gimnasio. Funcionan además como «analgésicos naturales» que ayudan a minimizar el dolor o apaciguarlo. Esta experiencia química puede explicar por qué un corredor puede ser capaz de superar una carrera con una lesión que no nota hasta que ha terminado la misma… pero una vez más, requiere de una rutina. Es decir, que no aparece por salir a correr un día…

Así que si ha llegado Septiembre y no te has planteado hacer nada nuevo en beneficio de la felicidad… ya sabes. Detrás de apuntarse a un gimnasio no sólo hay un verse mejor en el espejo…

¿Y a ti? ¿qué es lo que más te provoca la felicidad sin que necesites de una pastilla para ello?


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