La Resiliencia es uno de los términos más complicados de explicar para los que ejercemos de coach para el mundo empresarial. Hay muchas compañías en España que lo están pasando mal. Y van a tener que tomar decisiones difíciles en los próximos meses. Pero ¿puede ese dolor hacernos más fuertes? ¿es la resiliencia un engaña bobos o tiene algo de cierto?
Acabo de salir de una situación dolorosa personal. Y llevo muchos días pensando si hay algo positivo después de todo lo que he pasado y lo que sigo pasando. Y hay una cosa que tengo clara. Mi mente busca ahora con ansiedad más soluciones, muchas de ellas disruptivas, y es capaz de imaginar escenarios que hace unos días hubieran sido complicados de alcanzar. ¿Existe de verdad la posibilidad de tomar nuevas y mejores decisiones tras haber sufrido?
Pensad en un metal, uno que sea resistente. Nada le impide perder su forma o sus propiedades, ni la mayor tempestad , ¿verdad? Hablamos en este caso de resistencia. Pero para hablar de resiliencia pensad en los deshechos de una vaca … aquellos que si nos los tiran por encima probablemente nos humillen, causen un dolor más o menos fuerte en nosotros. Pero que, una vez siendo conscientes de ese dolor, somos capaces de convertirlo en abono que y creamos un vergel inimaginable. Se que es una metáfora algo absurda, pero rápidamente podéis entender cómo del dolor , del sufrimiento, pueden surgir ideas que pueden cambiar el mundo.
Pensad por un momento en un dolor físico. En una rotura de menisco . Imaginad que abandonamos en el intento de recuperar la movilidad de la rodilla. O por el contrario, pensemos que cada una de esas dolorosas molestias son formas del cuerpo para prepararnos ante una carrera popular. Y volver a hacer lo que nos gusta, con lo que disfrutamos.
Hemos de sobreponernos al dolor y buscar soluciones que nos permitan seguir luchando y mirando hacia el futuro con optimismo.
No es verdad que en Chino crisis significa oportunidad, pero el dolor puede hacernos más fuertes ante la vida y sus caprichos.
Lo que si es verdad es que el carácter oriental es más resiliente, parece que su religión y cultura les permite salir más fuertes después de haber sufrido una desgracia. Pero no siempre es así. Muchas veces tenemos que caernos para poder levantarnos de nuevo. Y es que no importa el número de veces que te caigas, sino el número de veces que seas capaz de levantarte.
¿podemos entrenarnos para ser más resilientes? Sin duda, pero la Resiliencia depende de muchos factores , la educación recibida, el carácter personal y nuestra aptitud ante la vida. En la medida en que podamos influir sobre todos esos factores podremos hacer de la resiliencia una filosofía de vida. Mirar hacia el futuro, ver qué es lo que de verdad depende de nosotros, y sonreir porque siempre siempre siempre hay luz, por pequeña que sea, al final del tunel. Yo por ejemplo, intento ser creativo. Utilizo mucho, pero que mucho, el sentido del humor. Intento salir de mi día a día para ver desde otro punto cada uno de los problemas. Soy persistente hasta límites insospechados. Y sobre todo, pienso que la vida son dos días. Como para estar sólo recreándome en mi dolor sin poder ver todas las posibilidades que tiene el futuro.
¿y tu? ¿eres capaz de trabajar la resiliencia? ¿quieres compartir con nosotros cómo lo haces?