La tecnología tiene su lado bueno. Y también su lado perverso. Y el disponer de un asistente 24 horas al alcance de la mano es lo que tiene. Que no damos valor al esfuerzo que requiere hacer algo porque estamos acostumbrados a tener todo al instante. ¿pero qué pasa cuando las cosas requieren de su tiempo? ¿dónde está el valor de la espera y de la paciencia? ¿merece la pena esperar porque la recompensa y la satisfacción será mayor y mejor? Te hago spoiler: no siempre, pero cuando valoramos la espera, también disminuimos nuestro estrés, nuestra ansiedad. Y sobre todo trabajamos en la cultura del esfuerzo. ¿por qué todo lo queremos al instante? Sigue leyendo y te lo cuento.
¿Recuerdas aquel estudio tan famoso de la Universidad de Stanford en los años 60 que explicaba por qué es tan importante retrasar la gratificación? En ese estudio, niños pequeños se sentaban solos con una golosina en un plato. Un investigador adulto les daba dos opciones: comer la golosina al instante o esperar 15 minutos y recibir dos golosinas. Algunos niños ni lo pensaban y metían su golosina en la boca a toda velocidad. Otros intentaban controlarse y casi tenían un ataque de pánico antes de ceder y comérsela de un bocado. Solo unos pocos lograron resistir para obtener el la golosina extra…, ¡pero incluso ellos sufrieron con la espera!
Los investigadores observaron anualmente a los niños participantes hasta la que cumplieron los 40 años. Los niños que lograron resistir y obtener la golosina extra fueron más exitosos y felices en casi todos los aspectos de la vida. Obtuvieron mejores calificaciones escolares, disfrutaron de una mejor salud y tuvieron menos problemas de comportamiento.
No quiero imaginarme a mi mismo en esa situación. En mi familia , que éramos 10 hermanos, quien no gritaba no comía. Así que hubiera probablemente formado parte del grupo de niños pecadores pero habría disfrutado de la golosina antes de que nadie. El caso es que con el tiempo he aprendido que tener paciencia y esperar las ganancias a largo plazo no es algo que se adquiera o forme parte de nuestro ADN. Sino que hay que currárselo, hay que aprender a tener paciencia.
A lo mejor en los años en los que se hizo el estudio aprender a tener paciencia y recibir una gratificación a medio plazo era algo más o menos fácil de aprender. Pero hoy en día, donde todo es para ayer , donde todo va muy rápido, incluso las recompensas, no se si sería igual de fácil. Especialmente para la generación milenial y Z porque ya han nacido con una tecnología que les da todo hecho. En segundos.
Las personas que aprenden a gestionar su necesidad de gratificación inmediata tendrán más éxito más en sus carreras, relaciones, salud y estado físico.
Pero es difícil. No estamos programados para retrasar una gratificación, ¿verdad?. Además hoy en día estamos rodeados de más tentaciones que un niño en una tienda de golosinas ( todavía me acuerdo de la pequeña tienda de chuches de la calle Lagasca de Madrid, se llamaba Caroline’s y pagamos entre 100 y 200 pesetas por una bolsa de chuches) .
¿Por qué nos cuesta tanto esperar un capítulo de Netflix cuando lo deciden sacar semana a semana? ¿y por qué nos permitimos comer un helado cuando nos apetece y no podemos esperar a “celebrarlo” en el fin de semana? Si es difícil para nosotros los adultos, imagina cuánto más difícil será para los niños de hoy resistir una tentación cuando realmente les importa aquello que tienen delante.
Podemos decir que la mayoría de los problemas del mundo son consecuencia de la gratificación diferida, de no poder esperar a conseguir aquello que anhelamos. ¿Te has preguntado por qué la mayoría de los ganadores de la lotería del gordo de Navidad terminan en bancarrota? Pues porque lo queremos todo al instante.
¿Alguna vez te has preguntado por qué los políticos no son capaces de esperar a tener una mayoría que les apoye sin necesidad de entregar su alma? ¿O cómo Jeffrey Epstein convenció a los hombres más poderosos del mundo para abusar sexualmente de adolescentes en una isla privada? Cuanto daño hizo el refrán “ pájaro en mano…” Todos estos escenarios lamentables se pueden atribuir a la incapacidad de los autores para retrasar una cosa: la gratificación, la recompensa.
La gratificación instantánea puede impulsar algunos de nuestros comportamientos más penosos y denigrantes. Más allá de esos ejemplos anteriores, la adicción al alcohol, las drogas y el robo son una función de nuestra incapacidad para controlar el deseo de gratificación instantánea.
Nuestra tecnología y el afán de de tenerlo todo para ya, están impulsando esta tendencia hacia la gratificación inmediata. Todos hemos llegado a amar el subidón de dopamina de los “me gusta” de Instagram, Youtube o los videos de TikTok. Sí, el iPhone bien podría ser una jeringa cargada de dopamina.
El teléfono móvil inteligente ha eliminado muchos de los «procesos de paso» experimentados por generaciones anteriores como la mía. La juventud de hoy nunca conocerá el pánico de no pillar el bus de casa y que sus padres estuvieran despiertos esperando y con el castigo preparado ante el retraso no avisado.
Hoy todo lo tenemos en la palma de la mano al instante, sólo usando el móvil.
Hoy pedimos un viaje en Uber y lo cancelamos si tarda más de cinco minutos en llegar. Podemos ver cualquier programa de la televisión en tiempo real aunque sea de hace 4 días. Vemos la última serie de un tirón y nos sentimos satisfechos al instante al terminar toda la temporada a nuestro ritmo. ( a veces a las 4 de la mañana de un martes)
Según estudios del psicólogo Daniel Kahneman, «los humanos consistentemente sobreestiman el valor o placer de lo que no tienen y subestiman el dolor o la pérdida de perder algo que tienen». Ese tipo de pensamiento es lo que nos lleva a hacer cosas realmente estúpidas antes de tiempo.
La gratificación instantánea viene por una ausencia de la fuerza de voluntad y la disciplina. Porque nada difícil en la vida viene sin una cierta cantidad de disciplina, ni de un mínimo esfuerzo. ¿y tú? ¿crees que merece la pena educarnos para el esfuerzo o quieres seguir pensando que todo puede obtenerse “para ayer”? Me encantará saber tu opinión.