Ni en los peores sueños catastrofistas hubiéramos imaginado una situación como la que ahora estamos viviendo. Pero como siempre buscamos un lado positivo, esta pandemia ha acelerado todos los procesos de transformación digital. El Covid-19 ha ayudado personal y profesionalmente a ponernos al día en cuanto a tecnología y aceptación del cambio.
Hace tan sólo unos meses muchos de los conferenciantes españoles habituados a hablar de la Transformación Digital ( entre los que siempre me gusta nombrar a Javier Sirvent o Marc Vidal ) . Hablábamos de la velocidad del cambio. Y utilizábamos la famosa Ley de Moore para explicar cómo la velocidad de computación evolucionaba con un formato de progresión geométrica. Y esto nos había traído irremediablemente a una cuarta revolución industrial, que estaba por comenzar.
Pues bien, la cuarta revolución industrial, la de los datos y la inteligencia artificial , ya se encuentra en fase avanzada. Pero no por una ley de hace 40 años, sino por el Covid-19. Jamás supusimos que un virus pudiera impulsar todo tipo de inversiones (tanto monetarias como en tiempo) en tecnología de cara a estar preparados a lo que el mundo nos va a demandar tan sólo en unos meses.
¿cómo va a ser ese nuevo mundo y cómo se va a ver afectada esa cuarta revolución industrial?
Vamos a ir viendo elemento por elemento para desglosar cómo va a cambiar el mundo en los próximos meses. La Transformación digital post Covid-19 no ha hecho más que empezar. Complementamos los conceptos con algunos ejemplos de implementación que ya se están utilizando para formar este nuevo mundo en el que nos va a tocar vivir.
Ya podemos definir al dato y la personalización de las comunicaciones y acciones con clientes como el nuevo petróleo del siglo XXI . El Big Data, la obtención, acumulación y clasificación de los datos para la toma de decisiones, es el nuevo valor de intercambio entre las grandes potencias y las corporaciones de éxito, si quieren incrementar sus beneficios y su poder.
Para combatir un virus como el Covid-19, la acumulación de datos relativos a la Sanidad, la medicina, la genética y la epidemiología son fundamentales. Sólo aquellos que tengan numerosos datos podrán tomar decisiones acertadas . Parece ser que la monitorización de las localizaciones de los habitantes de Corea del Sur antes, durante y después de la pandemia ha facilitado enormemente ganar la batalla contra el virus. Incluso en el más reciente rebrote la rápida reacción de las autoridades , poniendo en contacto a posibles infectados con los centros de análisis para la detección del virus, ha provocado una mayor contención de su re-difusión.
«Solo aquel que tenga datos suficientes (tests) y maneje bien los escenarios , sobrevivirá al Coronavirus» Bill Gates
No se ponen de acuerdo en las cifras, pero creemos que actualmente en el mundo existen ya unos 30.000 millones de objetos conectados a internet. Y algunos de ellos, toman decisiones sin la necesidad de un humano ( habiendo sido previamente programados ) . La pandemia ha desarrollado principalmente objetos que ponen de relieve la importancia de la salud y la detección precoz de patologías y enfermedades.
Ya existen pañales conectados, que no solo avisan de la «presencia» a sus padres, sino que analizan dicha presencia para prevenir / advertir sobre sintomatologías que no dan la cara. También hay retretes que hacen más o menos lo mismo, pero en este caso con adultos. Todo tipo de prendas y accesorios wearables que son capaces de avisar al doctor ante un posible infarto por aumento de pulsaciones.
Lentillas , gafas con pantalla y cámara que se activa con un guiño , sensores musculares que ayudan a correr o nadar mejor, sujetadores inteligentes o implantes que controlan la actividad cerebral. El Coronavirus ha acelerado el desarrollo de cualquier dispositivo que ayude y sea capaz de detectar precozmente los problemas de nuestra salud física y mental.
El nuevo factor decisivo es la temperatura de los ciudadanos. Pretender blindar aeropuertos, carreteras, estaciones de tren y puertos marítimos con cámaras dotadas de sensores de la temperatura de los viajeros. Aeropuertos como el de Hong Kong ha abierto sus puertas con todo tipo de visores de temperatura (manuales, y automáticos) , e incluso cabinas de desinfección de viajeros antes de tomar su vuelo.
Ciudades enteras que analizan mediante el escudriño de imágenes a los ciudadanos que van sin mascarilla para hacer llegar las correspondientes multas. Teléfonos y Aplicaciones que buscan y retienen mediante aplicaciones las personas con las que has entrado en contacto y son capaces de extrapolar datos de contagio en un entorno geográfico determinado. Sin duda el futuro próximo nos va a obligar a elegir entre salud y privacidad .
Combatir las noticias falsas es fundamental. Muchos de los textos de Twitter son generados ya por máquinas , los famosos Bots . Incluso los sistemas de inteligencia artificial pueden escuchar y analizar los mensajes orales ( TikTok o YouTube ) . Ya hay ordenadores que detectan mal olfato pueden prevenir enfermedades. Hay máquinas que analizan frutas 🍇 y verduras para detectar un mal estado . Ojalá la Transformación Digital post Covid-19 traiga buenas noticias en este sentido también.
Tendremos que decidir qué hacemos con la manipulación genética. Si descubrimos cómo Crispr ayudará mediante la manipulación genética a la eliminación de enfermedades. O las vacunas diseñadas a la carta. ¿crearemos un mundo «demasiado» estéril que impedirá un desarrollo de anticuerpos de forma natural?
Mascarillas. Respiradores. Por todos lados. Que si FFP2, que si N95, que si pantallas protectoras, que si gafas de buceo. Nadie se imaginaba hace unos meses que las impresoras 3D iban a cumplir un papel tan determinante y recurrido en esta terrible pandemia. Es muy interesante ver la coordinación y la solidaridad que hemos vivido en España. La publicación de las instrucciones necesarias para imprimir lo que en cada momento se necesitaba está siendo fundamental .
Vivimos en tiempos en los que nadie puede decir que no puede ayudar en nada. No sólo con las impresoras 3D, también la cesión de computación cuando no estemos usándola puede ayudar a salvar vidas.
Y la realidad virtual cumple también un papel fundamental. Ahora que viajar se va convertir en un deseo a cumplir en un futuro muy lejano, el sillón , y las gafas virtuales, van a permitir trasladarnos casi en cuerpo y alma hasta nuestro destino soñado. Estas gafas de VR van ser mi próximo capricho, sin duda.
Razones nos sobran para el avance en progresión geométrica de la Transformación Digital post Covid-19, especialmente si se trata de cuidar nuestra salud y la de los nuestros. ¡Feliz resto de confinamiento!
P.d.: Dejo para otro post las ciudades inteligentes, el mundo financiero, el Blockchain y la robotización, que también se encuentra a nuestro cuidado como podéis ver en este parque