La historia se repite.Llevamos unos días oyendo hablar del nuevo virus de la viruela del mono, y eso sin duda alguna nos produce miedo. Fue tan solo hace dos años cuando empezamos a oír hablar del coronavirus en China, y en aquel momento aprendimos mucho sobre lo que nos provoca el miedo y cómo superarlo.Hoy me gustaría ayudarte y explicarte cómo lograr que el miedo no nos paralice. Aquí van mis consejos para ello.
Ante todo tenemos que recalcar que el miedo es una emoción natural, una respuesta automática del cuerpo que crece ante situaciones, eventos, o personas que nos resulten desconocidas. Cuanto más incertidumbre más miedo tendremos. En algunas personas el miedo no paraliza, sino que invita a la acción, a la defensa. Pero la mayor parte de la gente se paraliza ante la sensación del miedo. No sabe qué hacer, se le congelan las ideas.
Físicamente las consecuencias del miedo son cuanto menos curiosas. La amígdala se activa y produce cortisol y adrenalina lo que sin duda influye en la velocidad de nuestras pulsaciones y del riego sanguíneo. Incluso podemos empezar a sudar como si estuviéramos en una sauna. Los primeros síntomas del miedo son parecidos a los que tenemos cuando estamos sufriendo un ataque de ansiedad. Las diferencias entre ansiedad y miedo no siempre están claras, aunque parece que si nos fijamos en los estímulos que lo provocan podemos establecer fronteras entre una y otro. Si el miedo se convierte en crónico, afectando a nuestro sueño y nuestro estado de ánimo, también puede convertirse en ansiedad.
Otra de las diferencias que existen entre el miedo y la ansiedad, es la parte física que se activa en el cuerpo ante uno u otro. La amígdala se activa ante situaciones, hechos o personas no esperadas. Por el contrario, la ansiedad siempre tiene su origen en un pensamiento previo, es decir, de cómo nosotros interpretamos algo exterior a nosotros mismos.
Una cosa es lo que realmente pasa ahí fuera y otra como nosotros interpretamos lo que está pasando ahí fuera.
Lo primero que te recomiendo para superar la congelación que supone tener miedo es conocer al máximo el disparador del mismo. Si, sabemos que en las primeras etapas del miedo todo está lleno de incertidumbre. Pero cerrar los ojos y los oídos provocarán un mayor miedo. ¿qué es lo peor que puede pasar? y desde allí, ¿qué veo, qué siento, qué escenarios se pueden producir? ¿cómo reaccionaría en cada uno de esos escenarios? Cuanto más sepa sobre mi y mis circunstancias mejor adaptado estaré para lo que pueda venir.
Tomar consciencia de uno mismo es lo primero que hay que hacer para vencer el miedo.
Una vez inmersos en el miedo, pongámonos a imaginar ese peor escenario posible. ¿es la muerte? En caso negativo, podemos visualizar lo que podríamos conseguir suponiendo el peor escenario posible. Siempre hay un lado positivo, siempre. Incluso tener más tiempo para nosotros, para pensar, para saber qué queremos hacer con nuestro futuro. Para algo tenemos la mente, para poder anticiparnos a todo lo que pueda venir y generar actitudes que no potencien nuestro congelamiento. Y siempre nos quedará la esperanza de pensar que los peores escenarios casi nunca se cumplen.
Ante el desequilibrio físico de hormonas que provoca el miedo, podemos reaccionar con determinados ejercicios para evitar que esas sensaciones vayan a más. Por ejemplo, si el cortisol y la adrenalina disparan nuestra respiración podemos aplicar las técnicas que hemos aprendido con la meditación para evitar que nuestro pulso se dispare. Inhalaciones y exhalaciones profundas , de unos 3 o 4 segundos, ayudan a frenar el incremento del pulso cardíaco.
Siempre me gusta hacer hincapié en la importancia de rodearse de gente con estados emocionales que deseemos para nosotros mismos. Al principio del Covid recomendé a mis clientes desconectar de los medios de comunicación. Hoy podemos dosificar la aparición de esas noticias catastrofistas, y rodearnos de gente que nos aporte paz, serenidad y sobre todo alegría de vivir. Deshazte de las personas tóxicas que no hagan sino aumentar tus miedos.
Y tu ¿qué haces para evitar la congelación emocional cuando el miedo te domina? ¿quieres compartir algunos de tus trucos? Pues hazlo aquí abajo, en comentarios.