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Cómo ser menos jefe y más persona

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El Covid esta llegando a su fin. O cuanto menos no es ya la mayor preocupación en el mundo occidental. Pero ¿qué hemos aprendido de todo lo que ha ocurrido? Hoy he tenido una llamada de un «jefe» que quería que hiciera de coach ante sus empleados más desmotivados. A lo cual , lo primero que me ha venido a la cabeza es por qué me lo pide para sus colaboradores si el problema puede que esté en él. Cuando diriges un equipo, ¿piensas más en ti como jefe o como persona?

Es materialmente imposible , o cuanto menos caduca en el tiempo, dirigir un equipo si no has desarrollado antes las capacidades empáticas necesarias para ello. Y fundamentalmente se trata de pensar en el equipo como personas, no pensar en ellos como súbditos empleados. La forma jerárquica de dirigir funcionaba hace muchos años, cuando se requería de unas estructuras de control que aseguraran el cumplimiento de los objetivos. Pero ahora, y el Covid ha hiperacelerado esta nueva tendencia, lo que se llevan son las empresas donde no hay jefes y empleados, sino que hay personas y personas.

Lo primero que debe existir en la compañía es la facilidad para hablar entre personas. De nada sirve intentar comportarse como personas si luego estamos llenas de barreras físicas y emocionales para hacerlo. Por ejemplo ¿en tu empresa cualquiera puede hablar con la persona que ostente el mayor cargo? ¿También se permite que cada uno pueda crecer en aquello que más le guste hacer a pesar de dejar «cojos» los departamentos? No sabéis la cantidad de veces que me he encontrado empresas donde no se permite el crecimiento profesional por miedo a que los desempeños decrezcan.

Las empresas deben permitir los errores como parte de las cadenas de aprendizaje de sus miembros.

cOACHING EJECUTIVO PARA LÍDERES

Y deben estudiar los ascensos / movimientos profesionales cuando así se sugiera por parte de los empleados, aunque con ello la empresa salga «perdiendo» a corto plazo. Mediante esa nueva filosofía , la empresa a largo plazo siempre va a ganar. Siempre.

Aquí van algunas de las «reglas de oro» para pasar de ser menos jefe y más persona.

Cómo ser menos jefe y más persona

  1. Aprende a ser reconocido no como el que decide, sino el que moldea y adapta las decisiones para intentar contentar al máximo a su equipo.

    Si permites que otros formen parte del proceso de decisión, estarán mucho más involucrados en el resultado de dichas decisiones.

  2. Exige responsabilidad y sé el primero en cumplirla

    No hay nada mejor que tu equipo sepa qué hay que hacer y bajo qué condiciones. La responsabilidad implica lograr objetivos en tiempo y forma. Pero debes premiar aquellos que cumplen con sus respuestas e investigar cuando no lo hacen para que puedan hacerlo en futuras ocasiones sin tu presencia necesariamente. Es como un padre con un hijo cuando le enseña a andar en bici. Igual.

  3. Elige un empleado cada día para mantener tiempo activo con ellos como personas.

    Interésate por su vida, sus gustos, sus necesidades, sus aspiraciones y aquello que les hace feliz tanto a nivel profesional como personalmente. Aunque no lo creas, la barrera entre lo personal y lo profesional cada día es más difusa. Escucha más y habla mucho menos.

  4. Recuerda que vivimos en entornos BANI , por lo que el resultado no siempre está asegurado

    Debemos educar a nuestros colaboradores en la política del esfuerzo. pero también en el realismo del nuevo panorama empresarial. Esto implica que no siempre se obtienen los mismo resultados y que lo que debemos hacer es adaptarnos a los cambios. No importa de donde vengan, desde fuera , o desde dentro. Porque tenemos que ir cambiando y adaptarnos a las circunstancias sean cual sean y vengan de donde vengan. Prueba y error.

  5. Aprende a decir no, y enseña a que otros lo hagan

    Permítete con humildad saber que no siempre vas a convencer y que habrá veces que tendrás que escuchar más cuando no obtienes lo que estabas buscando en tu equipo. Intenta ser transparente en todo lo que puedas. Destina tiempo a explicar , a pedir opinión, a razonar en conjunto. Te sorprenderá todo lo que pueden hacer por ti y por la empresa que no sabías.

  6. Habla en plural , especialmente cuando son éxitos, y en singular, especialmente cuando son fracasos.

    No tengas miedo a decir cuándo las cosas han salido mal, y carga con tu parte de responsabilidad ( que no de culpa). Pero también aprende a premiar a tu equipo, a reconocer en público su esfuerzo, y a defenderlos con uñas y garras ante las imprecisiones y difamaciones de otras personas ajenas al mismo.

  7. Se tu, no actúes. Hasta el mejor actor fracasa en su intento.

    ¿por qué te comportas diferente en casa que en el trabajo? ¿te pones una careta cada vez que cruzas la puerta de la oficina? ¿y qué consigues? ¿alguna vez te lo has planteado? Sé tu mismo/a y no tardarás en ganarte la confianza y el respeto del equipo. Miente con caretas, y ganarás miedos y mentiras que te vendrán de vuelta. Somos personas, ni jefes ni empleados.

  8. Deja que la gente crezca. Es ley de vida.

    Las personas quieren crecer. Quieren volar solas. Probar nuevos retos, nuevos alimentos . Incluso a veces, debes permitir que se equivoquen. Porque no habrán sido más que sus decisiones, no las tuyas. Deja que vuelen , desde lo alto se ve todo mucho mejor. Aunque a corto plazo dejes escapar talento, a largo plazo habrás contribuido a un mundo con mejores personas.

¿y tu? ¿cual es tu truco para ser más persona y menos jefe? ¿qué ha cambiado en tu vida que te ha llevado a hacerlo? Me encantaría saberlo. Y recuerda, si necesitas un coach presencial o virtual, me encantaría poder acompañarte.


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