Técnicamente hablamos de pensamiento dicotómico cuando alguno de nuestros clientes realiza afirmaciones radicales en algún extremo polar. Hablando en cristiano, cuando utilizan las palabras , todo , nada, siempre, jamás, blanco , negro… la polarización de pensamientos es una de las acciones más peligrosas y en este post quiero explicarte por qué no debemos simplificar todo tanto si no queremos caer en una trampa emocional peligrosa.
El pensamiento dicotómico se produce bastante más veces de lo que imaginamos. Cada vez que en nuestros propios pensamientos utilizamos las palabras todo, nada, siempre o nunca es muy probable que estemos cayendo en la trampa del pensamiento dicotómico. Por lo general, personas que tienen este tipo de pensamientos pueden sufrir problemas de autoestima dado que entienden una realidad de forma diferente a la que les ayudaría a mejorar su propia imagen personal.
Lo más fácil es pensar que todo es de una forma u otra. Las personas que tienden a simplificar sus pensamientos, especialmente cuando estos son negativos, no son capaces de ver ningún tipo de optimismo ni esperanza en el futuro. Ni siquiera en el pasado. Todo es malo, negativo, catastrofista. Es un pensamiento muy infantil. De niños tendemos – principalmente por falta de madurez pero también por vaguería – a creer que todo es blanco o negro. Esa forma de razonar simplifica mucho la vida, y nos ayuda a ganar en velocidad, pero entorpece enormemente nuestra forma de ver la vida.
Los pensamientos categóricos realizados dentro de la empresa también son muy peligrosos: » el departamento contable siempre llega tarde con los presupuestos «… habría que preguntarse ¿siempre? … Si nos fijamos, la mayor parte de las veces los pensamientos dicotómicos se asocian a emociones negativas como consecuencia de los mismos. ( enfado, tristeza, rabia…) .
El cerebro encuentra una manera fácil de «simplificar» pensamientos y argumentar con razones no fundamentadas o reales nuestras propias creencias limitantes.
Pensamientos sobre coaching ejecutivo, Diego Antoñanzas
En el coaching ejecutivo apostamos por la matización. No todo es blanco o negro. Hay infinitos matices de grises. Y es que es precisamente en la matización donde aparecen (aunque cueste) algunos pensamientos positivos que ayudan a desmontar los pensamientos negativos absolutos y tremendamente limitantes. Lo que solemos hacer es anclarnos en el pensamiento positivo. Necesitamos analizar bajo qué circunstancias ese pensamiento positivo se produjo… e intentar replicarlo de cara al futuro.
Muchas veces, por simplificar, invitamos a nuestros clientes a no utilizar palabras como siempre, nunca, todo, nada… sin haber pensado o razonado acerca de la verdad de ese pensamiento. Los últimos años además no han contribuido a querer profundizar en nuestros propios pensamientos. Nos limitamos a simplificar todo, invitamos al » no quiero saber más, esto es así y punto». Y el «así» no se corresponde al cien por cien con la realidad negativa que nos plantean. Y claro, eso trae problemas de autoestima, de negatividad, de celos,… Pero para eso está nuestro trabajo, para poner luz en aquello que creamos que pueda ayudar a nuestros clientes a ser más feliz, a conseguir sus retos. ¿y tú? ¿lo ves todo negro o blanco? ¿o eres capaz de ver grises?