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Las competencias del coaching ontológico

competencias del coaching ontológico
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Desde siempre me gustó el mundo de la empresa. Crecí en una familia de 10 hermanos, lo que suponía vivir de forma permanente en una Pyme. Con sus Kpis, sus retos, sus problemas, su trabajo en equipo, las dependencias jerárquicas, la falta o el exceso de actividad…  todo se vivía allí casi como en una empresa.

Durante 15 años construí grandes marcas en multinacionales. Trabajé con gran esfuerzo e intenté cuidar a mis equipos como si fueran de mi familia. Allí empecé a darme cuenta de la importancia del trato personal y de la escucha empática. De que muchas veces tus colaboradores no querían más sueldo, ni más vacaciones. Lo que de verdad querían era poder hablar y sobre todo conversar más conmigo. Y desde entonces me propuse ser experto en escuchar.

Y en eso consiste en coaching, en Escuchar mucho, atentamente, en apagar tu propia radio para poner la emisora de tu cliente. En acompañar en la búsqueda de su reto, de la solución de sus problemas, de su estado de felicidad.

Para hacer buen coaching, hay que tener siempre presentes una serie de competencias . Algunas de ellas son fáciles, casi rudimentarias. Otras hay que trabajarlas más , dependiendo de tu facilidad y de tus propias competencias en la vida. Por ejemplo, a mi se me da muy bien la escucha activa y empatizar con los clientes. Lo que más me cuesta es “apagar mi propia radio”. Y es que un coach no recomienda, no ejerce en base a su pasado, presente y futuro, sino en el de su cliente . Por eso es importante establecer desde el principio las reglas del juego.

Competencias del coach ontológico entre Coach y Cliente (Coachee) – explicadas con mis palabras, pero basadas en las de ICF International Coach Federation 

 

Establecer las reglas del juego

 

  1. Normas éticas y deontológicas – En la primera sesión de coach con mi cliente , siempre empiezo por exponer en qué consiste el coaching, y cuáles son las reglas del juego. Aquí se especifica que el coach no recomienda nada, que todo entra dentro de la más estricta confidencialidad, y que mi función será la de acompañar a mi cliente en la consecución de su reto. Se debe explicar muy bien lo que es el coaching, y lo que no es. Diferencias entre el coaching y otras disciplinas como el mentoring, la consultoría, la psicología o la psiquiatría.

 

  1. Establecer el acuerdo de Coaching. En esta etapa se habla de los aspectos prácticos con la duración, la periodicidad, el número de sesiones estimado, el acuerdo económico entre coach y coachee, la forma de pago, … También en esta competencia de coaching puede hablarse sobre el método utilizado y ponerlo en conocimiento del coachee

 

Afianzar la Relación con el cliente

 

  1. Confianza e Intimidad con el cliente. Esta competencia está basada en el respeto mutuo entre coach y coachee, entre el coach y su cliente. Pero sobre todo consiste en la aceptación total de la historia del cliente, sin realizar juicios, ni valoraciones. El cliente siempre es perfecto, y tu labor es acompañarle en ese camino perfecto, donde quiera llegar. Aquí es donde se debe entender a la perfección la situación ideal , el propósito o reto, … , todo lo que ayude al coachee a ser acompañado en su objetivo de conseguir su reto.

 

  1. Presencia en el coaching. Radio apagada, mente abierta a escuchar al coachee. Con lo que venga. Utilización del humor, la figura del espejismo, la del feedback… se pueden poner encima de la mesa los sentimientos que en el coach produce la narración del cliente. El coach debe ser flexible a lo que el coachee traiga . Incluso hacerle probar a cambiar el punto de vista, ponerle encima de la mesa los jucios que observe, alguna distinción que le ayude…

 

Escucha empática sin límites

 

  1. La escucha activa. Es la parte que más me gusta. Consiste en poner todos los sentidos en la conversación. Dejar que fluya respetar los silencios y las emociones del coachee, dejarse im-presionar por su historia personal de superación. Resumo sus palabras , las amplío cuando me hace falta indagar, las llevo a los sentimientos…. Si esto se hace bien, y el reto está bien fijado en nuestra conversación, el resultado de la técnica de coaching utilizada tiene un éxito imbatible.

 

  1. Cuestionar con fuerza. Otra de mis competencias del coaching ontológico preferidas. Especialmente cuando hago preguntas que llevan a mi cliente hacia la situación ideal, las que preguntan el para qué , mirando hacia el futuro. Idealmente las preguntas deben ser cortas y abiertas. Las preguntas más poderosas son aquellas que hacen ver al cliente un cambio de observador, ver su “problema” desde otro punto de vista que le lleve a la acción diferente a lo que hasta ahora venía haciendo.

 

  1. Comunicación Directa. Muy fácil de equivocar con la competencia anterior y con la escucha activa. Esta competencia hace referencia al tipo de lenguaje utilizado, claro y conciso, sin ningún tipo de juicio. Se evita por supuesto el uso del racismo, del sexismo o de las demasiadas tecnicidades. Vamos, que hay que hablar claro y no andarse por los cerros de Úbeda…

 

Aprendizaje, medición y resultados

 

  1. Crear conciencia. Esta es la competencia de la intuición. Consiste en ir más allá de lo que mi cliente me está diciendo. Buscamos enfoques más abiertos, nuevas posibilidades , nuevas formas de ver creencias. Averiguamos discrepancias entre lo que dice, lo que siente y lo que expresa… Averiguamos puntos fuertes, debilidades, oportunidades, amenazas, y se las exponemos de forma ordenada al coachee. Diferenciamos entre urgente e importante. Hacemos ver las diferentes áreas de aprendizaje y prueba de nuevos comportamientos.

 

  1. Diseñar las acciones . Fundamentalmente aquí ayudamos al cliente a descubrir qué posibilidades de acción diferente hay para conseguir su reto. Indagamos en qué cosas tiene que dejar de hacer, qué cosas nuevas debe hacer. Todo debería idealmente ser autodescubierto por el cliente. Por supuesto que se alienta la implementación inmediata de las acciones, valorando el esfuerzo y la dedicación a las mismas. Y celebramos juntos el éxito cuando hay un resultado distinto que ayude a conseguir el reto. Acordaos siempre que lo importante es cumplir el reto, lograrlo.

 

  1. Planificar y definir los objetivos. Aquí hace referencia a que el plan de acción idealmente debe estar compuestos por objetivos alcanzables, medibles, concretos y con objetivos temporales en el tiempo. Se debe huir de conceptos como el más, el menos, el mejor y el peor. Todo debe ser medible incluso desde una fuente externa al proceso.

 

  1. Gestionar el progreso y la responsabilidad. Es la mejor parte, cuando soy capaz de ver, medir y palpar los resultados positivos en mi cliente. Cuando ha conseguido restablecer la comunicación con su jefe, un nuevo ascenso, o ganar autoestima que le permita solicitar un nuevo colaborador. Aquí desarrollamos el concepto de responsabilidad, en el sentido de dar respuesta a todas las decisiones que el cliente ha decidido tomar para la consecución de su reto. Es la competencia que hace referencia al resumen que debemos dar a nuestro coachee, y el feedback que recibimos sobre nuestro trabajo también (esperemos que bueno) .

Estas son las competencias que desde el coaching tenemos en nuestra mente de forma permanente, pero a la hora de hacer coaching, cada coach aplica su técnica, su proceso, su metodogía.

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