La vulnerabilidad es una de las competencias más demandadas en el liderazgo líquido actual. Dicha vulnerabilidad se debe explicar no tanto desde el punto de vista de debilidad , como desde el objetivo de las áreas de aprendizaje. Vulnerabilidad no es debilidad, y por declararnos vulnerables no estamos ofreciéndonos para ser víctimas de un ataque. Tan sólo nos estamos haciendo más humanos, más próximos a las necesidades reales de la empresa y de las personas que forman parte de ella.
El otro día discutía (siempre con el objetivo de aprender) con amigos , aprovechando un viaje en coche a Almería, sobre las diferencias entre vulnerabilidad y debilidad. Te anticipo que no llegamos a ninguna conclusión común. Pero lo importante estaba no tanto en entender el significado de una y otra palabra, sino más bien en lo que nos hace y nos permite ser vulnerables ante los nuestros.
Por lo general no me fío de las personas que aseguran ser fuertes – y por extensión sabios – en todas las materias de la vida. Tanto en conocimientos como en actitudes – competencias- , todos tenemos claras áreas de mejora. Y el tener zonas donde no nos sentimos cómodos (por ausencia de información o de comportamiento) no nos tiene por qué hacer débiles ante el resto. Existe una falsa creencia de asociar vulnerabilidad con debilidad y por ende con el «punto» por el que empezar una batalla puede significar ganar la guerra.
Durante la acalorada discusión salieron miedos más o menos comunes ( por ejemplo me da miedo los terremotos o las arañas ) … donde existían menos dudas… pero la discusión subía de tono cuando se trataba de un jefe que declaraba públicamente en su equipo » me tenéis que ayudar en la delegación porque no soy bueno en ello» . ¿Debe un líder responsable confesar sus secretos más ocultos? Te anticipo que el nuevo liderazgo líquido promueve la vulnerabilidad entre sus más fervientes defensores.
Yo les hablé de las famosas herramientas de evaluación 360 grados. Con este recurso , al colaborador se le permite recibir feedback anónimo de las competencias que se quieran medir, normalmente de colaboradores, pares y superior. Recuerdo el jarro de agua fría que recibí en la primera reunión con mi coach en Madrid cuando me presentó los resultados del 360. Pero salí de aquella reunión con el pleno convencimiento de querer compartir el resultado con mi equipo y pares. Y de alguna forma en declararme vulnerable como área de fortaleza y no de debilidad.
Todos somos mayorcitos. Y todos deberíamos saber que hacer una declaración de vulnerabilidad ( o de área de mejora) , no nos hace ser más débiles. Todo lo contrario. Nos acerca más al que tenemos delante, nos hace más humanos. Y ahora , afortunadamente , está de moda la humanidad, las denominadas soft skills de las que todo el mundo habla. Ni el Covid -19 puede acabar con nuestro deseo de ser más humanos.
¿ y tu? ¿te declaras más o menos vulnerable? Me encantaría escuchar tu opinión sobre ser vulnerable o permanecer en el anonimato…