Llegas de un fin de semana extraordinario. Has descansado, te has reído, y has podido desconectar. Llegas con toda la energía necesaria para comerte el mundo. Y de repente, en el ascensor, aparece ella. Con una cara hasta el suelo. Con un buenos días que parece un escupitajo. Hoy te contamos qué hábitos puedes desarrollar para soportar más y mejor a las personas tóxicas. Y sobre todo intentar que cambien su actitud contigo.
A veces somos incluso nosotros mismos. Pero no nos damos cuenta. Tener un mal día es algo que nos puede pasar a cualquiera. El problema surge cuando todos son malos días. Y hay personas (más de las que crees) que provocan esa actitud desagradable en nosotros. Y cuando queremos darnos cuenta de ello, ya hemos sido contagiados. El poder de la toxicidad es infinito.
Las personas tóxicas desarrollan una especial habilidad para estar permanente criticando. Juzgando. Con ataques de ira y de rabia. Con una irascibilidad permanente. Y todo ello es altamente contagioso. Y nos genera una enorme impotencia.
Los compañeros tóxicos son tremendamente exigentes consigo mismos. Sólo son capaces de ver lo negativo, y para no verlo se escudan en criticar a los demás, sacar lo peor de cada uno.
Las personas tóxicas se crecen ante el hundimiento de sus compañeros porque no son capaces de enfrentarse a sus propias miserias. Aunque no lo creas, bajo esa aspereza y esa personalidad negativa hay una petición de ayuda. Si lo que buscas es lograr un cambio de actitud en las personas tóxicas, lee estos cinco hábitos para lograr un cambio de actitud en las personas tóxicas .
- Siéntate con ellos y mírales a los ojos, sin miedo
La primera pregunta puede ser un ¿qué te pasa? No tenemos que tener miedo a su respuesta, porque probablemente sea “ no me pasa nada “. Pero si logramos en ese estado de negatividad desarrollar la curiosidad a lo mejor nos encontramos con un mundo nuevo. La gente está deseando contar sus miserias, aunque no lo parezca. Compartir sentimientos negativos o emociones tristes, hace que estemos más cerca de encontrar una solución y cambiar nuestra vida. Así que escúchale, pregúntale, como hacemos en nuestras sesiones de coaching ejecutivo.
- No te alteres. Permanece impasible ante los ataques.
Lo que más busca una persona tóxica es ver como te hundes. Porque contagiando sus miserias hace que se sientan más fuertes… mal de muchos, consuelo de tontos. Pues no. Debes estar fuerte. Debe permanecer esa energía en ti con la que llegaste al domingo tras una noche divertida. Lo peor que puedes hacer para modificar su hábito tóxico es hundirte. No lo va a lograr. Sigue siendo tu.
- Aprende a escuchar empáticamente.
Siempre decimos que para poder ponernos los zapatos de la persona que tenemos delante debemos quitarnos los nuestros. Escuchar con curiosidad hace que no juzguemos nada de lo que nos dicen. Que incluso logremos entender sus sentimientos. Que seamos capaces de instalarnos en sus emociones para sentir lo mismo que ellos. Pero sin hundirnos. La vida a veces es dura y no queremos mirar hacia nuestro interior. Pero esa ausencia de mirada a veces provoca un mayor dolor, una enfermedad crónica
- Utiliza las técnicas del coaching ontológico.
Aprende a usar los silencios. No hay nada más poderoso que un silencio. Utiliza preguntas cortas y abiertas. No juzgues, limítate a escuchar con curiosidad. Piensa en el futuro, construye desde el positivismo. El pasado no podemos cambiarlo. Trabaja en su actitud y lo que a ti te pasa cuando llega esa actitud. No recomiendes nada. Tan sólo escucha atentamente.
- No intentes que cambie a corto plazo. Salir de la toxicidad requiere su tiempo.
No pienses que por solo escucharles van a cambiar su actitud. Entre los hábitos para lograr un cambio de actitud en las personas tóxicas está la paciencia. Debes esperar, sembrar para recoger. Medir una evolución. Nadie pasa de cero a uno de un día para otro. Nadie. Si la vida te ha puesto a alguien así delante, intenta trabajar más tu relación con esa persona. No siempre es posible, pero al menos debes intentarlo.
A veces las personas tóxicas necesitan ayuda de un profesional, de un psicólogo o de un coach empresarial o personal que les ayude a salir de ese agujero. No dudes en consultarme. Si puedo ayudar en algo , ten la plena seguridad que haré lo que esté en mi mano para ir poco a poco transformando esa actitud negativa en algo mucho más positivo y esperanzador.